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Las células madre: un ejército de médicos microscópicos

Dr. Miguel Garber
Dr. Miguel Garber

Por: Dr. Miguel Garber

Especialista en Cardiología, Sexología, Administración de Salud y Medicina Interna

El envejecimiento se caracteriza por una pérdida progresiva de la integridad fisiológica, dando lugar a alteración de la función de los tejidos y el aumento de la vulnerabilidad a la muerte. Este deterioro es el principal factor de riesgo para las patologías humanas más comunes, incluyendo el cáncer, la diabetes, los trastornos cardiovasculares y las enfermedades neurodegenerativas.

La investigación del envejecimiento humano ha experimentado un avance sin precedentes en los últimos años, en particular con el descubrimiento de que se puede controlar la tasa de envejecimiento, al menos en cierta medida, por vías genéticas y procesos bioquímicos, así como la utilización de las células madre.

celulas-madres3-reportemedico¿Cómo es que trabajan las células madre?

El cuerpo humano está formado por cientos de diferentes tipos de células que son importantes para nuestra salud. En su conjunto forman tejidos, los cuales dan origen a los órganos que cumplen las funciones específicas. Los órganos son los responsables de mantener nuestros cuerpos en funcionamiento, de hacer que nuestro corazón lata, que nuestro cerebro piense, que nuestros riñones limpien la sangre, etc.

Las células madre son células no especializadas, con el potencial de auto-renovarse (hacer copias de sí mismas), o responder a las señales dentro del cuerpo y convertirse en células especializada de tejidos adultos (esto se conoce como diferenciación) para reemplazar las células que se pierden. Funcionan como un sistema reparador. Las células madre son las proveedoras de nuevas células. Por ejemplo, las células madre de la piel pueden formar más células madre de piel o pueden formar células diferenciadas de la piel, que tienen trabajos específicos como producir el pigmento melanina. Otra interesante característica de las células madre es que pueden renovarse constantemente mediante división celular. Una población reducida de células madre puede en unos meses proliferar hasta generar millones de ejemplares con las mismas características que sus predecesoras.

Cuando se lesiona o enferma un órgano, sus células se dañan o mueren. Es en ese momento que las células madre se activan para cumplir con su tarea de reparar los tejidos dañados y sustituir las células que mueren. De esta manera, las células madre nos mantienen sanos e impiden el envejecimiento prematuro. Son como nuestro propio ejército de médicos microscópicos. Pueden hallarse en muchos tejidos del cuerpo, como la médula ósea, la grasa, la sangre, el endometrio y otros órganos como el corazón. Existen células madre más inmaduras en el embrión, así como en la sangre del cordón umbilical de un bebé recién nacido. En nuestros ensayos clínicos, usamos específicamente células madre aisladas del tejido graso. De las progenitoras adultas se han obtenido neuronas, músculo y células grasas, las cuales han mostrado ser útiles en el tratamiento de enfermedades degenerativas.

Según su procedencia, las células madre han sido estudiadas como una posible estrategia de tratamiento para numerosas enfermedades como la diabetes, la enfermedad de Parkinson, las quemaduras, la lesión de la médula espinal y, más específicamente, las enfermedades cardíacas. Recientemente, numerosos estudios han demostrado el posible beneficio de implantar células madre en el corazón. La terapia con células madre es una terapia en investigación y, por lo tanto, no puede hacerse ninguna afirmación definitiva respecto del beneficio para una enfermedad específica.

Dentro de los famosos podemos recordar que el uso de células madre salvó el hombro y el codo, y relanzó la carrera del pitcher de los Yankees Bartolo Colón en mayo de 2011. Al tenista español Rafael Nadal, un tratamiento con células madre (al que recurrió en noviembre de 2013 después de agotar las posibilidades de los tratamientos anteriores con plasma rico en plaquetas) le solucionó los problemas de rodilla. Tan contento quedó Nadal que en noviembre pasado volvió a recurrir a las células madre para curar, en este caso, sus problemas de espalda: el síndrome facetario (inflamación de una parte de las vértebras lumbares).

Esperamos poder brindarles pronto más información acerca de los adelantos en los estudios e investigaciones relacionados con este tema.

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