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Nutrición en personas de edad avanzada

Por: Josué Luis Ríos Román, MHScN

 Según el Informe PREHCO, la estructura de edad de la población puertorriqueña es vieja. La mediana de edad, que para el año 1950 era de sólo 18.4 años, aumentó a 32.1 para el año 2000 y a 34.7 según la Encuesta de la Comunidad del año 2006. La mediana casi se duplicó en ese período de tiempo; el aumento fue de 16.3 años. Más de la mitad de las personas de 60 años o más son mujeres, dígase un 55.7%.

Esta población tiene altos índices de pobreza y baja preparación académica. Poco más del 70% dependen de entradas económicas provenientes del gobierno, entre las que figuran: seguro social y retiro. Cerca de 90.0% de los adultos de 60 años o más dice saber leer, una proporción un poco menor indica saber escribir. El 10.8% de las mujeres y el 9.8% de los hombres son analfabetas o analfabetos, respectivamente. Un 44.1% tiene un nivel de escolaridad de escuela elemental o menos; esta proporción es más elevada entre las mujeres. El 54.2% de las personas de 60 años o más ha informado estar casado o vivir en unión consensual, proporción que disminuye con la edad y es inferior entre las mujeres. La proporción de viudas, al menos, triplica la de viudos. Según aumenta la edad, disminuye la proporción de personas que vive con su pareja.

Ya conocidos los aspectos socioeconómicos de la población de viejos de Puerto Rico, es menester conocer los aspectos salud-nutricionales que los caracterizan. La vejez se define como la etapa de la vida que envuelve una progresión de cambios fisiológicos con pérdida de células y deterioro de órganos, constipación, disminución en la tolerancia de glucosa y disminución en la inmunidad mediada por células, entre otros cambios. La necesidad por energía relacionada al metabolismo basal puede disminuir por un 10% para las edades de 50-70 años y por un 20-25% para las personas mayores de 70 años. Después de esa edad, el peso corporal, generalmente, declina; la actividad física puede prevenir la pérdida innecesaria de masa magra, como se discutirá más adelante.Se estima que la mayoría de las poblaciones viejas tienen una o más condiciones crónicas que se pudieran beneficiar por medio de intervenciones nutricionales, como el ofrecimiento de frutas y hortalizas. Entre estas figuran: enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, hipertensión, osteoporosis, artritis y depresión, entre otras. Los retos al momento de realizar avalúos nutricionales en los viejos incluyen memoria limitada, pérdida de audición y visión, cambios en los niveles de atención y variaciones en los consumos dietéticos diarios. La inhabilidad para desempeñar actividades de la vida cotidiana puede ser una preocupación mayor en la población vieja ya que pueden necesitar asistencia al momento de realizar sus compras, preparar sus alimentos y al asegurarse los consumos adecuados de ciertos alimentos, lo que puede afectar su alimentación a mediano y a largo plazo.

Aunque el término “expectativa de vida” describe el potencial máximo para los humanos, las expectativas de vida es la longitud de vida media proyectada para una población a una edad dada. La edad más vieja que ha sido alcanzada por humanos aparenta ser los 114 años. El bienestar nutricional es una parte integral para lograr este envejecimiento exitoso; un amplio conjunto de alimentos culturalmente apropiado y servicios nutricionales están disponibles y deberían ser adaptados para las necesidades del individuo.

Esencialmente, las personas mayores consumen menos alimentos, incluyendo frutas y hortalizas. El consumo de proteínas se estima estar por debajo de los niveles deseados, por un 10% en los hombres mayores y por un 20% en las mujeres mayores. Más del 30% de las personas mayores consumen menos energía que lo recomendado, y 50% tienen bajos consumos de minerales y proteínas. Los bajos niveles de consumo de alimentos en las poblaciones viejas parecen ser un resultado de comidas más pequeñas, consumidas más lentamente.

El término “viejo delicado” se refiere a individuos con baja masa magra, usualmente muy por debajo del rango deseado para su estatura. Hasta un 25% de las personas mayores de 65 años son delicadas y exhiben pérdida de fortaleza muscular, fatigas recurrentes, inactividad física, pasos lentos e inestables, pobre apetito, pérdida de peso no intencional, deterioro cognoscitivo y depresión; por lo que se mueren antes en comparación a viejos más saludables. Existen estudios que continúan realizándose acerca del uso de hormonas, como la hormona del crecimiento para mejorar el apetito y el consumo de alimentos. La nutrición por sí sola no es suficiente para reconstruir la masa muscular perdida; se necesita cierta actividad física. Ser demasiado delgado es riesgoso para el sistema inmunológico en individuos viejos. Por lo general, la pérdida de peso en los viejos no es deseable porque usualmente les es difícil recuperar la masa magra perdida, como se mencionó anteriormente. Una de las mayores causas para los cambios en peso, particularmente la pérdida de peso en la población vieja, es el efecto de los medicamentos. Muchos de los que causan anorexia son utilizados comúnmente en este grupo etario. Estos incluyen: Digoxina, Flurocedima, parchos de Fentanil, Walfarina, Paroxetina, Nifedipina, Ranitidina, Teofilina, Amnodipina, Ciprofloxacina y Sertralina.

La pérdida de dentadura también es común en los individuos viejos. De acuerdo al CDC, en el 2008 el edentulismo era común en las personas mayores de 75 años que en las personas de 65-74 años. La reducción de salivación y absorción, así como el deterioro en el gusto y el olfato, también son comunes en este grupo de edad.

Los aumentos en el consumo de vitamina E, complejos de vitamina B, calcio y cinc pueden ser necesarios para contrarrestrar la disfunción metabólica basal, la atrofia gástrica, los niveles disminuidos de ácido clorhídrico y pobre consumo de nutrientes. Está aumentando la evidencia del rol que juega el folato en la depresión y demencia, discutidos anteriormente como principales causas de morbimortalidad, en las personas de edad avanzada, aunque no se conoce muy bien los mecanismos. Debido a la exposición limitada al sol, algunos viejos se pueden beneficiar de la suplementación con vitamina D. La suplementación de multivitaminas y minerales en viejos saludables puede también ser beneficiosa.

La reducción del colesterol precipitadamente (<150 mg/dL) aparenta ser un marcador para la mortalidad, usualmente de cáncer, fallos congestivos del corazón, enfermedades pulmonares crónicas o enfermedades críticas. Por otro lado, altos niveles de colesterol pueden indicar protección contra antioxidantes liposolubles, lo que resulta en un transporte mejorado de lípidos a la célula mediante la respuesta inmunológica o reparación de tejidos, o puede mejorar la defensa contra endotoxinas o virus. Niveles bajos de colesterol pueden sugerir una pobre nutrición, posiblemente por depresión; por lo que se necesita más investigación, especialmente entre los viejos.

En el extremo opuesto de la polémica del colesterol, profesionales de la salud cardiovascular encontraron que factores modificables del comportamiento (actividad física, fumar y obesidad) y factores de riesgos cardiovascular (diabetes, LDL, colesterol y presión arterial) están generalmente asociadas con un mantenimiento de buena salud en los viejos. Los niveles altos de homocisteína (aminoácido que se libera cuando el cuerpo digiere la proteína) deben ser reducidos para prevenir problemas del corazón y mejorar la agilidad mental. Los altos niveles de homocisteína pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro.

De acuerdo al Nutritional Screening Initiative, las terapias de medicina nutricional, como el ofrecimiento de frutas y vegetales, pueden ahorrarle entre $11,000-16,000 al paciente por cada hospitalización si estas terapias fueran provistas.  Los estudios completados por la Asociación Dietética Americana para el Nutrition Screening Institute también demuestran que por cada dólar invertido en el monitoreo nutricional e intervención, por lo menos $3.25 son ahorrados en los costos de cuidado de salud.
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  1. Ciertamente, aunque Jesús ayunó durante 40 días, no se recomienda ayunar por un periodo de tiempo tan largo. Es obvio que deja daños severos en la salud. Incluso, puede ser mortal. El ayuno, siempre que se haga bajo ciertas reglas, no solo es beneficioso para la salud, sino que también, es utilizado por millones de personas para buscar una pureza espiritual, como lo explica PALFCRIS en este post: https://palfcris.org/educacion-cristiana/que-es-el-ayuno/

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