La mayoría de los seres vivos no pueden vivir sin oxígeno, ni la energía que brinda la respiración. Aunque no suele prestársele mucha atención al asunto, cada vez que un fumador exhala humo de un cigarrillo encendido, está intoxicando el aire a su alrededor. A este humo se le conoce como “humo de segunda mano” y es una de las peores formas de contaminación del ambiente.
Está intensamente documentado que la exposición al humo del tabaco causa muertes y discapacidades. Respirar aire limpio es un derecho fundamental de todo ser humano y para eso no hay excepciones.
Genocidio silente de cigarillos y humo
No existe un nivel de exposición del humo del cigarrillo que no sea dañino, pues perjudica la salud en todos los niveles en que se respire. Un solo cigarrillo tradicional contiene sobre 7 mil sustancias químicas que al exhalarse liberan al aire más de 250 sustancias venenosas, según el Centro para el Control de Enfermedades en Atlanta (CDC). Mientras que, un cigarrillo electrónico también contiene muchos componentes químicos en el aerosol que son tóxicos para la salud. Entre ellos: acetaldehído, benceno, cadmio, formaldehído, isopreno, plomo y níquel, entre otros.
“Por cada fumador, sobre 30 personas desarrollan enfermedades relacionadas al humo de segunda mano”, explicó Antonio L. Cases, Director de la División para el Control de Tabaco y Salud Oral (DCTSO) adscrita a la Secretaría Auxiliar para la Promoción de la Salud del Departamento de Salud (DS).
El asunto es tan dramático que provoca pérdidas que superan los $302 billones de dólares anuales en productividad laboral, tan solo en Puerto Rico. Esta cifra se distribuye en costo de muertes prematuras y costos médicos directos cada año, según datos de DS.
La ley Núm. 40 del 2 de marzo de 2006, prohíbe fumar en lugares públicos y privados. Sin embargo, fumar no es ilegal. Cada vez son más los municipios que adoptan ordenanzas que extienden la ley 40 para proteger sus finanzas, la salud de los que no fuman y de sus niños.
Municipios menos contaminados por humo de cigarrillo
Las ordenanzas Núm. 30 y 31 (2014-2015) que impulsa la DCTSO, extienden las restricciones ya contempladas en la Ley 40. La ordenanza núm. 30 establece la rotulación de los puntos de venta de productos del tabaco. Mientras que, la 31 prohibe fumar en un perímetro de 20 pies a la entrada o salida de edificios públicos o privados en los municipios que las adoptan. La asesoría e implementación están a cargo de la DCTSO y municipios como Coamo y Guánica implementaron la primera ordenanza. En el caso de San Germán, se implementaron ambas ordenanzas pero la ordenanza 31 fue aprobada con un perímetro menos restrictivo (a 10 pies de entradas o salidas de edificios).
El Municipio de Hormigueros se convirtió en el más reciente en aprobar las ordenanzas en julio de este año. El Hon. Pedro J. García Figueroa, alcalde, acompañó al personal del DS en la entrega copias de las ordenanzas y orientación a más de 25 comercios del Municipio. El rótulo, un afiche educativo de la línea de Cesación de Fumar junto con el opúsculo de la ley Núm. 40 se entregaron a cada comerciante.
En el marco del Mes de la Salud Oral, la DCTSO está próxima a estrenar las ordenanzas en el decimoquinto municipio de Puerto Rico. Aibonito, Barranquitas, Isabela, Comerío, Orocovis, Las Piedras, Yauco, Guayama, Caguas, Santa Isabel tienen aprobadas ambas ordenanzas.
Recomendaciones para la salud
Tan solo un cigarillo contiene más de 70 químicos que causan cáncer y el humo de segunda mano también causa cáncer en el no fumador, según datos del CDC. Fumar o exponerse al humo aumenta las probabilidades de una enfermedad cardiaca y vivir menos de forma drástica. Imaginemos cómo empeora la calidad de vida de personas con problemas respiratorios.
La DCTSO ofrece ayuda a las personas que interesan dejar de fumar a través de la línea de cesación “Déjalo Ya” vía 1-877-335-2567. Otros consejos incluyen evitar lugares donde se permite fumar. Más información disponible en “Déjalo ya” en las redes sociales.
