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El Autismo: ¿un trastorno que tiene cura?

Dr. Mario Pérez Miranda

Por: Dr. Mario Pérez Miranda, Ph.D

Durante años, los padres de niños con Espectro Autista (entiéndase: Asperger, TDAH, PDD) han visitado a distintos profesionales de la salud en busca de respuestas que expliquen el extraño comportamiento de sus hijos. Hay pocos profesionales capacitados y especializados en estos trastornos, no existen programas educativos adaptados a las necesidades especiales de estos niños y falta apoyo y comprensión. Existe poca tolerancia hacia ellos y su entorno familiar, lo que contribuye y condiciona, en gran medida, la actitud (muchas veces de negación) que los padres adoptan frente a un diagnóstico que cambia definitivamente las circunstancias de sus vidas.

La apariencia física de los niños con Espectro Autista es bastante normal, por este motivo es que, en muchas ocasiones, el comportamiento de estos se atribuye erróneamente a problemas de conducta, sobreprotección, exceso de mimos, engreimiento o mala educación. La razón por la cual esto ocurre es simple: existe un gran desconocimiento de las características tan particulares que definen esta condición, al punto que hasta se ha culpado a los padres por lo que le ocurre a sus hijos.

Muchos de estos niños inician un proceso de aislamiento y, paulatinamente, dejan de participar en las actividades sociales. Si la actitud de los padres es positiva, aceptarán el diagnóstico, tomarán decisiones adecuadas que les ayudarán a encontrar alternativas profesionales con el objetivo de solucionar el problema, se involucrarán directamente y tendrán una participación activa dentro del tratamiento indicado. Si la actitud de los padres es negativa (negación) y la aceptación del diagnóstico no se produce, el niño se verá privado de obtener un tratamiento adecuado a tiempo, lo que le acarreará mayor daño y, eventualmente, menor respuesta positiva.

En el caso de los niños con Síndrome de Asperger ( también conocido como autismo de alto funcionamiento), es importante que los padres se informen para que no pierdan tiempo ante las “teorías místicas”, como la del fenómeno de los “niños de vibración de cristal” o Índigo, que define a estos niños como ángeles humanos, cuya misión es pacificar al mundo, dotándolos de atributos sobrenaturales como la sanación, la clarividencia, la telepatía, todo un fenómeno, que nada tiene que ver con la realidad, pero que lleva a la desorientación de los padres que transitan el largo y difícil camino de la aceptación.

Según Tony Attwood, especialista en investigación del Trastorno Autista: “Cerca de un 40% de niños con autismo tienen alguna anormalidad de la sensibilidad sensorial. Uno o varios sistemas sensoriales están afectados de manera que las sensaciones ordinarias son percibidas como insoportablemente intensas. La mera anticipación de la experiencia puede conducir a una ansiedad o pánico intenso”. (Tony Altwood en: El síndrome de Asperger, 2002, Paidós). Sus miedos incluyen diversos sonidos de distinta índole, como secadoras de pelo, petardos, globos, maquinillas de cortar el pelo, aspiradoras, electrodomésticos, maquinaria industrial, el ladrido de un perro, etc. Otras características observables: prefieren compartir con adultos, hablan inglés, se interesan en temas muy específicos (dinosaurios, sistema solar, los planetas y los astros) y su frase favorita es: “no es justo”.

El trastorno es tan variable que hoy se denomina mejor como Trastorno del Espectro Autista (TEA). Los más graves son los clásicos autistas severos, sin lenguaje, con retraso mental, aislados y que se autoagreden. Usualmente, se considera que el autismo es un trastorno de la conducta (que, de hecho, no lo es), la conducta del niño o adulto es solamente un síntoma visible. Por tanto, es indispensable realizar exámenes de laboratorio que puedan ayudar a identificar muchos factores biomédicos comunes en las personas afectadas por la gama de trastornos relacionada al Espectro Autista. Muchos de estos exámenes de laboratorio están patentados y disponibles en Puerto Rico, y son cubiertos por la mayoría de los planes médicos. Los análisis de los resultados de numerosos estudios clínicos muestran que los pacientes con Espectro Autista están propensos a deficiencias del sistema inmune. Podemos nombrar algunos problemas comunes que incluyen, por ejemplo: el sobre crecimiento de bacterias y hongos gastrointestinales como: la cándida y la clostridia, entre otras. Todo ello como consecuencia de varios factores, entre estos, el Síndrome de Intestino Agujereado o intestino permeable, por el uso excesivo de antibióticos orales en tratamientos contra infecciones de oído y garganta, en los que no se protegió la flora intestinal con probióticos (Dr. William Shaw en: Tratamientos Biológicos del Autismo, y TDAH, 2005).

Las investigaciones han demostrado causas muy concretas en los casos de autismo. Estos factores ambientales y físicos limitan la habilidad de los nutrientes que deben ir al cerebro, alterando los procesos químicos. No obstante, en la mayoría de los casos, cuando estos problemas y complicaciones se corrigen, los síntomas mejoran notablemente. Es por esta razón que, cuando se le cambia la dieta a estos niños a una libre de gluten, caseína y soya, el cambio en conductas alteradas tales como: hiperactividad extrema, autoagresión, problemas de aprendizaje, etc., es notablemente favorecedor. (Ibíd.).

El diagnóstico adecuado es muy importante para identificar el problema. A menudo el análisis de sangre de rutina no llega a identificar la situación, sin embargo, el examen apropiado puede determinar anormalidades específicas que permitan llevar a cabo el tratamiento que corresponda. Los exámenes a que hacemos referencia han sido útiles a las personas con autismo, dependiendo del grado de severidad. Es por esto que si los padres y/o los profesionales de la salud quieren emprender análisis biomédicos, deben empezar con el panel de exámenes.

El doctor Mario Perez Miranda, es investigador y profesor universitario. Se ha especializado en Psicohistoria ( el estudio del comportamiento de los seres humanos, partiendo de sus trastornos mentales).

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