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El café y la diabetes: ¿nos tomamos uno?

 

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Dra. Montserrat Rodríguez

Por: Dra. Montserrat Rodríguez, Médico Internista, Gastroenteróloga y Nutricionista, BS. CHHC. AADP.

Cuando pensamos en la manera ideal de comenzar nuestro día, somos muchos los que preferimos un aromático cafecito para arrancar la rutina de una forma más activa y despierta.  Pero para algunos, el café no solo es parte de las mañanas sino también del almuerzo o las tardes. Puede ser un acompañante ideal para recibir ese estimulo energético necesario para culminar la jornada. Sin temor a equivocarme, creo que serían pocos los que no se identifican con este placer aromático y gustoso.

Y es que el origen del café es tan exótico e interesante como su aroma. Entre las leyendas que lo explican, la más conocida es la que cuenta la historia de un pastor llamado Kaldi, quien se percató del extraño comportamiento de sus cabras después de comer  la fruta y las hojas de cierto arbusto. Las cabras saltaban llenas de energía. El arbusto en cuestión tenía unas frutas parecidas a las cerezas. Entonces Kaldi decidió probarlas y un rato después confirmo en su propio cuerpo el mismo efecto observado en sus cabras.

Kaldi después llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio. Allí le contó al abad la historia de las cabras y él religioso decidió cocinar las ramas y las cerezas. El resultado fue una bebida muy amarga que él tiró de inmediato al fuego, pero cuando las cerezas comenzaron a cocinarse en las brasas produjeron un delicioso aroma que hicieron que el abad pensara en hacer una bebida basada en el fruto tostado, y es así como nace el café.

Debicafe-y-la-diabetes2-reportemedicodo a su popular consumo, el café ha sido motivo de múltiples estudios científicos, pues existen varias teorías, algunas contradictorias, acerca del efecto en nuestro cuerpo y salud. Entre los estudios que confirman efectos beneficiosos del café resalta una revisión de nueve investigaciones científicas diferentes realizadas en el año 2005. Los investigadores encontraron en esta recopilación que los sujetos estudiados que tomaron entre 4 y 6 tazas de café al día podían disminuir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en casi un 35% cuando se compararon con aquellos que solo consumían 2 tazas o menos, los cuales disminuyeron el riesgo en un 30%. En algunos de estos estudios mencionados los resultados eran similares con café regular o descafeinado.

Otro beneficio del café ampliamente demostrado en una investigación llevada a cabo por el Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de la Universidad de Barcelona, es su capacidad de aumentar la memoria y la concentración. En aquellas personas que lo consumen, incluso se ha visto cómo puede prevenir o retrasar la aparición de demencia senil o pérdida de memoria que acompaña el proceso de envejecimiento.

Por otra parte, hay que aclarar que el café, como las monedas, tiene dos caras y hay una que no es tan sonriente como la que acabamos de describir. Es importante recalcar que el café puede aumentar la osteoporosis debido a que produce aumento de salida de calcio a través de la orina cuando lo consumimos en cantidades exageradas.  Otro efecto nada simpático es el hecho de que aumenta el envejecimiento de la piel y la aparición de líneas de expresión debido al efecto deshidratante que ocasiona. En este punto lo recomendado es tomar suficiente agua y, si se hace inmediatamente después de consumir el café, mucho mejor.

Sin embargo, a pesar de todo lo que se pueda ver en estudios o en experiencia diaria, es importante recordar que la respuesta individual es muy variada. Podemos ver como algunas personas pueden beber varias tazas de café o té y no sentir ningún efecto, mientras que otras pueden presentar efectos estimulantes después de una sola taza. La cafeína no se acumula en el torrente sanguíneo o en el cuerpo, y por lo general, se excreta a las pocas horas de haber sido ingerida.

Como todo en esta vida es una cuestión de balance, es bueno que a la hora de decidir tomarnos una taza de café la selección sea la mejor. Si usted es sensible a la cafeína, escójalo descafeinado para que no se prive del placer de su gusto y aroma. Siempre trate de consumir café regular, natural, bien sea en grano entero o molido, y evite aquellos de presentación instantánea o encapsulados, pues estos últimos contienen muchos químicos y sabores artificiales que disminuyen los beneficios que podrían ofrecernos.

Nota: Este contenido no pretende ser un sustituto de consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento. Siempre busque consejo médico para cualquier pregunta sobre una enfermedad de salud o cambio en su tratamiento.

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