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«Ordeño» cordón umbilical mejora flujo sangre en bebés prematuros

De acuerdo con un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud, una técnica que aumenta el flujo de sangre del cordón umbilical al sistema circulatorio del bebé mejora la presión arterial y las concentraciones de glóbulos rojos en los bebés prematuros nacidos por cesárea.

El estudio, publicado en línea en Pediatrics, fue realizado por investigadores del Instituto de Investigación Neonatal en el Hospital de la Mujer y los Recién Nacidos Sharp Mary Birch en San Diego, y la Universidad de Loma Linda en Loma Linda, ambas instituciones en el estado de California. El estudio fue apoyado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés).

La técnica, conocida como ordeño del cordón, o «milking» en inglés, consiste en agarrar el cordón entre el pulgar y el dedo índice, apretando suavemente y empujando la sangre lentamente a través del cordón hacia el abdomen del bebé. Para los bebés nacidos por cesárea, el ordeño del cordón umbilical parece ofrecer ventajas sobre la práctica habitual de esperar entre 45 y 60 segundos antes de pinzar y luego cortar el cordón umbilical. Estos beneficios, que incluyen un mayor flujo de sangre hacia y desde el corazón, mayor concentración de glóbulos rojos y una presión arterial más alta, se observaron solamente en los bebés nacidos por cesárea. En un grupo menor de partos vaginales, los investigadores no encontraron diferencias en el volumen de sangre entre los bebés sometidos al ordeño del cordón y los sometidos al pinzamiento tardío.

«Los resultados del estudio son muy alentadores», indicó el Dr. Tonse Raju, Jefe de la Subdivisión de Embarazo y Perinatología del NICHD. «Los hallazgos deben confirmarse en un mayor número de nacimientos pero, en este momento, parece que el ordeño del cordón umbilical puede llegar a ser de gran beneficio para los bebés prematuros nacidos por cesárea».

Los autores del estudio señalan que, en el 2012, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomendó* demorar de 30 a 60 segundos el pinzamiento del cordón umbilical en todos los partos prematuros. La organización no ha hecho una recomendación sobre cuándo pinzar el cordón umbilical de los bebés nacidos a término, de manera que los médicos por lo general usan su mejor criterio para determinar cuándo hacerlo.

Se piensa que demorar el pinzamiento del cordón umbilical de 30 a 60 segundos da tiempo suficiente para que la sangre del cordón umbilical llene los vasos sanguíneos de los pulmones del bebé, explicó el Dr. Raju en un podcast. Se piensa que en los bebés prematuros, la demora los protege de una hemorragia intraventricular o hemorragia en los ventrículos, las cavidades dentro del cerebro del bebé. Se piensa que la hemorragia es el resultado de la baja presión arterial provocada por la escasez de sangre en el sistema circulatorio. La hemorragia cerebral puede causar retrasos en el desarrollo, parálisis cerebral y en casos muy graves, la muerte.

Sin embargo, el Dr. Anup C. Katheria, neonatólogo del Instituto de Investigación Neonatal en el Hospital Sharp Mary Birch y autor principal del estudio, señaló que ciertos estudios no encontraron una disminución de la hemorragia intraventricular por retrasar el pinzamiento del cordón en los bebés prematuros nacidos por cesárea. Los científicos tienen la teoría que el uso de un anestésico en el parto por cesárea reduce las contracciones uterinas y esto dificulta la salida de sangre del cordón umbilical. Argumentaron que el ordeño del cordón podría compensar la disminución del flujo sanguíneo a través del cordón umbilical y aumentar la cantidad de sangre disponible para el bebé.

Los investigadores inscribieron en su estudio a 197 recién nacidos. Las madres empezaron el trabajo de parto a las 32 semanas o menos de embarazo. De estos recién nacidos, 154 nacieron por cesárea; 75 fueron asignados al azar al grupo de ordeño del cordón umbilical y 79 al grupo de pinzamiento tardío. Los 43 niños nacidos por vía vaginal fueron también asignados al azar a uno de los dos grupos.

De los bebés que nacieron por cesárea, los del grupo de ordeño del cordón tuvieron un mayor flujo de sangre en la vena cava superior, la vena grande que trasporta la sangre del cerebro al corazón, y una mayor producción de sangre del ventrículo derecho. Las dos medidas, en conjunto, son una indicación de la circulación sanguínea en el cerebro y el organismo. Los recién nacidos en el grupo de ordeño del cordón tuvieron también presión arterial más alta y mayor concentración de hemoglobina, una proteína que se emplea como un indicador de la cantidad de glóbulos rojos.

En el grupo más pequeño de bebés nacidos por vía vaginal, los investigadores no encontraron diferencias en el volumen de sangre o la presión arterial entre los dos grupos.

FUENTE: Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, NIH

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