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A comer saludablemente y con gustito boricua en HIMA San Pablo

 

Por Marilyn Vicens

Lcda. Grisel Ramos Trautmann

Especial para Reporte Médico

Muchos de los grandes eventos y cambios de la humanidad han comenzado en la cocina. En HIMA San Pablo el caso no es la excepción. Allí se está cuajando un cambio significativo en la manera de nutrir y servir los alimentos a los pacientes en particular y a los comensales en general.

La especialista en nutrición, licenciada Grisel Ramos Trautmann, aprovechó esta entrevista para compartir con los lectores de Reporte Médico las primicias de que se encuentran en plena cocción de un innovador proyecto: una campaña de alimentación nutritiva, balanceada y apetitosa, con el gustito puertorriqueño en mente, para todos los pacientes y clientes de HIMA San Pablo. La campaña inicia en HIMA San Pablo en Caguas.

“A mí me encanta la medicina y me encanta la cocina. Son mis pasiones. Y sé, por experiencia,  puesto que llevo más de 20 años en esta industria, que de nada te vale hacer un cálculo y tener una dieta perfecta si el alimento no agrada. Si no es una experiencia agradable al paladar, a la vista. Y esto va para todos, pacientes o no. El acto de comer es una actividad humana que conlleva muchos factores, no es sólo llevar la comida del plato a la boca, así visto es un acto cuasi mecánico. Una buena nutrición y sobre todo, nutrición dirigida y enfocada a prevenir  condiciones y enfermedades o a aportar al proceso de sanación es una experiencia, o debe ser, una experiencia multidimensional”, dice Ramos Trautmann.

Ampliando sobre este particular, apunta la nutricionista-dietista que “cuando te interesa de verdad que una persona coma, quieres servir algo agradable con la comida. Un detalle, que puede ser una hojita de menta, un ramito de perejil, unas tiritas de pimientos. Eso tal vez hay quien lo haga en su casa, sin duda se hace en la mayor parte de los restaurantes, pero hasta ahora, en los hospitales era inimaginable. Pues es en lo que estamos enfocados, en parte, ahora con esta nueva campaña que estamos diseñando con el bienestar integral de las personas en mente”.  Y agrega que “el gusto no tiene por qué interferir con las dietas modificadas. Un ejemplo: un caldo bajo en sal puede mejorar considerablemente de sabor cuando añades cilantrillo o recaíto. Un majado de yautía o de papas se puede ver más agradable a la vista si añadimos unas tiritas de pimiento morrón, unas finas lascas de zanahoria y así por el estilo”.

Es algo que para algunos podría parecer trivial porque tal vez se piense que un hospital, donde muchos se debaten entre la vida y la muerte, no es el escenario para este tipo de detalles; pero de acuerdo con la licenciada si puede ser. Su visión es de avanzada y muy distinta. “Los pacientes que están hospitalizados lo que hacen son fundamentalmente tres cosas: esperar sanarse, esperar sus visitas y esperar las comidas. La sanación y las visitas son variables, pero las comidas son invariables. Siempre llegan. En este tiempo lo más que puede notar un paciente entonces es la comida… porque es algo que llega sin falta tres veces al día. Hay una diferencia bien grande en la comida a la cual se le ha dado un toque especial, se le ha puesto un detalle con el comensal en mente, con su bienestar integral, y eso se ve, se huele, se saborea y se siente en la forma como cocinas esos alimentos, como los sirves, como los adornas aunque sea un poquito”. No estamos hablando de un restaurante de 5 estrellas, comenta la especialista. “Pero hace una diferencia bien grande si estás a dieta, en una dieta modificada, en un hospital y te sirven un plato que se ve bonito. La dieta no significa carencia de estímulos ya sean gustativos, olfativos, visuales, etc. En eso estamos trabajando en los hospitales HIMA San Pablo y en este tiempo a eso es a lo que le estoy dado especial atención, entre otras cosas”.

¿Y cómo se logra todo esto en una institución hospitalaria tan grande y con un personal que, por tradición posiblemente no ha sido adiestrado ni educado para llevar a cabo esta nueva visión? “En eso estamos trabajando intensamente, por fases. Estamos coordinando este proceso de transformación a todos los niveles: nutricionistas-dietistas junto con los médicos, los cocineros,  las personas que sirven los alimentos, las personas que distribuyen los alimentos y los pacientes. Aquí todo el mundo es importante. Es un proceso educativo, de formación, de cambio, de nueva visión y es bueno para todos.  El bienestar de uno aporta y expande el bienestar del otro. Es un efecto dominó. Y vamos por partes. Nosotros esperamos y confiamos en que este programa cree un nuevo paradigma. Ya es tiempo y nosotros estamos listos”, concluyó Ramos Trautmann.

Esta campaña se está iniciando en HIMA San Pablo de Caguas y se expandirá a los otros hospitales del sistema.

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