José Rodríguez-Gómez, MD, MPH, PhD, FACN Vicepresidente Asociación de Alzheimer de PR
La enfermedad de Alzheimer (EA) es el tipo de demencia más común en envejecidos. Se considera un problema serio de salud pública, sobre todo en lo que se refiere a un país como Puerto Rico que tiene altas tasas de envejecimiento. La enfermedad de Alzheimer, se caracteriza por un deterioro en las funciones cognitivas, como lo son, la pérdida de la memoria (clave de la enfermedad), funciones ejecutivas, y cambios en la personalidad, que interfieren con las actividades del diario vivir y la calidad de vida de las personas que la padecen, su etiología es desconocida, pero se reconoce por algunos como multifactorial debido a su complejidad de expresión clínica. En resumen, la EA se establece como un menoscabo cognitivo progresivo y severo en las áreas cerebrales que manejan el pensar, recordar y razonar, a tal grado que interfiere con las actividades diarias de una persona, y posiblemente de quien lo cuida.
En términos estadísticos, la enfermedad se reporta como un problema de salud pública crucial, pues es la sexta causa de muerte en Estados Unidos, con aproximadamente 6.2 millones de estadounidenses de 65 años en adelante padeciéndola. En Puerto Rico, en el 2020, se reporta como la cuarta causa de muerte. Sin embargo, las defunciones por la enfermedad de Alzheimer ocuparon la tercera causa de muerte en féminas y la cuarta causa de muerte en el sexo masculino.
Ya que en Puerto Rico se reportan aproximadamente 760,000 adultos mayores, según el Censo (2020), se ha indicado que los diagnósticos de demencia por Alzheimer deben estar estimados entre 20,000 a 80,000 casos, una dispersión bastante amplia que se presume puede deberse entre otros, a la falta de diagnósticos adecuados. El Registro de casos de la Enfermedad de Alzheimer, Huntington y otras demencias del Departamento de Salud de Puerto Rico está en el proceso de actualizar la data y contempla establecer un “dashboard” con el fin de tener información accesible y actualizada.
Reconociendo lo reportado por la Alzheimer Disease International (ADI), entidad que adiestra a personas y trabaja con múltiples aspectos de la condición, existe la gran posibilidad de que los diagnósticos de la condición se encuentren subestimados hasta en un 75%, por lo cual la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer podría ser mayor. Mas aun, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo con demencias y de estas, entre el 60 a 70% son debido a la enfermedad de Alzheimer, el problema tiende a ser uno muy serio por sus implicaciones sociales y económicas, entre otras. De hecho, a nivel mundial el World Alzheimer Report (2018) destacó que cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo. Se estima que para el año 2050 la cifra podría triplicarse hasta alcanzar los 152 millones de personas afectadas, un número similar a toda la población de países como Rusia o Bangladesh. El informe destaca que la demencia constituye una de las mayores crisis de salud global y social del siglo XXI, y en cuanto a su costo económico, ADI, calcula que el costo global es superior a los 867 mil millones de euros, un equivalente a $870,294,600 dólares americanos, estimándose que será el doble en el año 2030. Es necesario reconocer los factores de riesgo que puedan atenuarse con finalidad de que la enfermedad de Alzheimer no se manifieste rápidamente, pues al presente no tienen cura. Factores de riesgo como lo son, diabetes no controlada, hipertensión, obesidad, antecedentes de traumatismo craneal, antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer, niveles de homocisteína y otros índices inflamatorios sanguíneos altos, entre otros, deben ser clínicamente considerados por médicos especialistas (i.e., neurólogos) para su manejo. De igual forma y según aparece en el portal del Gobierno de P.R. del Departamento de Salud (Alzheimer, 2024, las señales, signos y síntomas, más comunes lo son:
• Deterioro de la memoria, que dificulta las actividades de la vida diaria • Dificultad para concentrarse, planificar o resolver problemas • Problemas para completar tareas diarias en el hogar o en el trabajo • Confusión con respecto a tiempo y espacio • Dificultades visuales o de percepción espacial como, por ejemplo, no comprender distancias al conducir o perderse • Problemas de lenguaje como, por ejemplo, problemas para encontrar palabras o vocabulario reducido al hablar o escribir • Colocar objetos fuera de lugar • Disminución o falta de juicio al tomar decisiones • Pérdida de interés en eventos laborales o compromisos sociales • Cambios de humor, como tristeza sin razón aparente, ansiedad o temores injustificados, hostilidad, conducta inapropiada a las circunstancias u otros cambios inesperados en el comportamiento y la personalidad
Es importante que una persona que presente alguno de los signos o síntomas previos proceda a ser evaluado lo antes posible, de forma tal que, el manejo temprano de los factores de riesgo, pueda ayudar en alguna forma en su control; y su tratamiento pueda iniciarse lo antes posible, puesto que hay medicamentos que pueden, en algún grado, evitar la progresión rápida de la condición.
De igual, forma tenemos que tomar en consideración la salud de aquellos que cuidan a los pacientes que muestran la condición. No es fácil el cuidar a un paciente de Alzheimer, puesto que el cuidador puede agotarse fácilmente, por lo que es importante hacerle reconocer que debe cuidarse. Debemos recordar que la gran mayoría de los cuidadores son féminas quienes tienen la gran y total responsabilidad de cuido de dichos pacientes. El/la cuidador/a requiere reconocer la necesidad de contar con recursos para su apoyo tratando de evitar el cansancio extremo y que lo lleve al “Burnout”. En esta dirección, Grupos de Apoyo son de mucha utilidad puesto, y acorde con sus recursos, pueden ser de ayuda en la asistencia con los pacientes, además de proveer información y clarificar dudas sobre la condición.
La Asociación de Alzheimer de Puerto Rico (AAPR), entidad sin fines de lucro y sumamente comprometida con proveer orientación sobre la EA y DA, tiene como una de sus metas, junto a sus aproximadamente 38 Grupos de apoyo a través de toda la isla de PR, de proveer ayuda, acorde con sus limitados recursos disponibles, a aquellos que requieran su asistencia. Su email para comunicarse es asociaciónalzheimerpr@gmail. com, y su dirección postal es P.O. Box 362026 SJ, PR, 00936. El Departamento de Salud de Puerto Rico, con su compromiso de ayuda y orientación a dicha población de cuidadores/as y pacientes, tiene en uno de sus portales páginas virtuales (que según se anuncia en el portal, se reúnen los segundos lunes de cada mes) y que se pueden acceder con la finalidad de que familiares y cuidadores de personas con Alzheimer presenten dudas y preocupaciones relacionadas con el manejo de sus seres queridos y su autocuidado. De igual forma, también el tercer lunes de cada mes, en el mismo portal se pueden conectar y obtener información acerca del desarrollo de la condición, servicios disponibles y otros asuntos importantes para el cuidado de los pacientes.
Al presente en P.R. hay múltiples esfuerzos investigativos noveles que se están llevando a cabo para explorar más concretamente la condición e identificar, desde aspectos genéticos, a factores de riesgo, que ayudarían a identificar la condición en forma más rápida. También, se está trabajando arduamente en el desarrollo de programas de computadoras que sirvan para el cernimiento temprano de la enfermedad de Alzheimer. Los adelantos de toda índole, farmacológicos, genéticos, de salud pública, neurológicos, nutricionales, intervenciones no farmacológicas para el manejo de pacientes y sus factores de riesgo, es la orden del día. Debemos tener el compromiso de apoyar estas iniciativas y continuar investigando sobre la condición.
«Este artículo es una reproducción de: Revista Farmacéutica del Colegio de Farmacéuticos de Puerto Rico ( julio / septiembre 2025 / Volumen 86 / Número 3).