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La celulitis no es tu enemiga: es un llamado de tu cuerpo

Por: Dra. Montserrat Rodríguez

Dra. Montserrat Rodríguez

Médica y Nutricionista Transformadora

Querido lector virtual:

Hoy quiero hablarte de un tema que aparece una y otra vez en mis consultas y redes: la celulitis. ¿Se puede mejorar? ¿Hay algo que realmente funcione o es una batalla perdida? Mi respuesta es clara y directa: ¡sí, sí se puede mejorar!

Pero no con cremas milagrosas ni soluciones mágicas. Para ver resultados reales, primero tenemos que entender qué está pasando dentro de tu cuerpo y luego actuar desde allí, con consciencia, estrategia y constancia.

¿Qué es realmente la celulitis?

Imagina tu piel como un colchón… debajo de esa capa suave hay una malla interna que le da soporte: eso es la fascia, un tejido conectivo que mantiene en su lugar la grasa, los músculos y la piel. Cuando esa malla se debilita o se rompe, la grasa subcutánea comienza a sobresalir como si el colchón se hundiera por zonas… y ahí aparece esa textura irregular que llamamos celulitis.

Y no, no es solo un problema de grasa. Muchas mujeres delgadas también la tienen. Esto es, en realidad, una cuestión de estructura interna y salud del tejido.

La enzima que corta los hilos desde adentro

Dentro de nuestro cuerpo hay una enzima llamada colagenasa, que podrías imaginar como unas tijeritas diminutas. Su función es recortar el colágeno viejo para dar paso al nuevo, algo fundamental para regenerarnos. El problema empieza cuando esas “tijeritas» trabajan en exceso, debilitando los tejidos más de lo necesario.

¿Y qué dispara esa actividad exagerada?

La buena noticia es que podemos modular esa enzima con hábitos concretos y efectivos.

El azúcar: el enemigo invisible de tu colágeno

¿Has visto cómo el caramelo caliente endurece una tela fina? Ese es el mismo efecto que produce el exceso de azúcar en tu piel: daña el colágeno, reduce su elasticidad y acelera la aparición de celulitis. Si quieres proteger esa red interna que sostiene tu piel, comienza con estos cambios simples:

Los ejercicios que reconstruyen tu piel desde dentro

¡Aquí está una de las claves más poderosas! La fascia necesita lo que en medicina funcional llamamos estrés mecánico positivo, es decir: movimientos estratégicos que ayuden a fortalecer, tensar y regenerar. Y aquí entra en juego el ejercicio de fuerza multiangular.

¿Qué significa eso? Ejercitar los músculos desde diferentes ángulos, direcciones y con variabilidad de carga. Esto estimula no solo las fibras musculares, sino también las fibras de colágeno que componen la fascia.

Cuando haces una sentadilla lenta, un desplante o zancadas, o un sprint en subida, están pasando muchas cosas en tu fascia y en esa matriz de tejido graso debajo de la piel. Entre otras:

Esto no lo logras con caminatas suaves ni con cardio de bajo impacto. Necesitas estrés específico, dirigido, repetido y progresivo.

Mi rutina recomendada:

Esto activa intensamente la fascia, estimula el colágeno y quema grasa localizada. Al mismo tiempo, mejora la vascularización del tejido, mejora el drenaje linfático y oxigena zonas con tendencia a la fibrosis, generando una piel más firme, uniforme y rejuvenecida.

Hábitos que marcan una gran diferencia

El secreto verdadero: paciencia y constancia

Este es un proceso de regeneración profunda, no de maquillaje rápido. Tu colágeno necesita semanas o meses para transformarse. Pero si eres constante, el cambio llega… y se queda.

Cada vaso de agua, cada repetición, cada día que eliges moverte y nutrirte mejor… es una puntada nueva en esa red que sostiene tu piel y tu autoestima.

Y recuerda: la celulitis no es tu enemiga, es un llamado a reconectar contigo.

Tu cuerpo te está diciendo: “necesito atención, nutrición y movimiento”. Hoy tienes herramientas. Tienes conocimiento. Y lo más valioso: tienes poder para cambiar tu historia corporal.

Con cariño, ciencia y compromiso.

Para más informacióndrmontserrat.com

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