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Violencia doméstica hacia el varón: Factores inciden en el hombre agredido para no denunciar a su pareja

Por: Dra. Ivonne López de Victoria, PHD

Especialista en Consejería en Salud Mental y Adicción

La mayoría de la literatura existente que alude a la violencia en la pareja habla de la mujer como víctima. Sin embargo, cada día aumentan los casos de varones que son agredidos física, psicológica y sexualmente. Estos eventos se conocen como EL CICLO DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA. Más de una persona debe conocer o haber escuchado alguna de estas situaciones en que un hombre ya sea casado o conviviente es agredido por la pareja. El problema es que en ocasiones esta situación se trata como la “gran novedad” o es motivo de burla por los grupos pares de esta persona quienes no ofrecen ayuda.

Tras indagar en diversas fuentes de información, no se encontró bibliografía referida a la problemática aludida, salvo algunos artículos periodísticos. En este sentido, el conocer en nuestra búsqueda a varones que expresaban la realidad en que vivían, motivó a que se desarrollara la siguiente investigación de carácter exploratorio que pretende ser un aporte significativo para la comunidad en general. Dentro de este marco, afloraron supuestos tales como:

¿Qué factores sociales, culturales e individuales influyen para que el varón no denuncie a su pareja por violencia doméstica?

Dentro del espectro de la violencia intrafamiliar, la que se manifiesta con mayor frecuencia, según investigadores, es la violencia en la pareja.

Diversas autoridades en violencia intrafamiliar coinciden en lo difícil que es trabajar el tema, porque entra en el campo de las contradicciones y polarizaciones. No es posible establecer que esta temática haya sido abordada para explicar de alguna manera cómo se manifiesta la violencia hacia el varón por parte de su pareja y cuál es el trasfondo que hay detrás de ello. De ahí la importancia de abordar este fenómeno que servirá de base para futuras investigaciones y para diseñar nuevas estrategias de intervención que generen mayor apertura hacia el tema, mayor profesionalización y especialización de las personas que atienden a las víctimas. Hay que ampliar la perspectiva y disminuir prejuicios de modo que se realicen las respectivas denuncias tal como lo estipula la ley. Se pretende por tanto aportar mayores antecedentes para ampliar la comprensión de la violencia doméstica, que por desconocimiento no ha alcanzado la connotación de problema social.

El papel del profesional de ayuda es fundamental en este tipo de problemáticas puesto que las mismas se tratan principalmente a modo de intervención familiar. La atención está enfocada en el apoyo de los integrantes hacia la autovaloración para que estos mismos sean ejecutores y entes activos en la solución de sus problemas. Uno de los roles que se confiere al trabajador social en la familia es el de mediador de conflictos, puesto que se enfoca en las dificultades y problemas presentes en el vivir cotidiano. La mediación busca una solución justa a través de la negociación que permite el dialogo entre los involucrados.

Las principales categorías de análisis de este estudio fueron:

Presentación de resultados:

Cómo perciben el rol de la mujer hoy en día. En este aspecto hay dos tipos de respuestas:

Positivo: “el rol tradicional era de dueña de casa y encargada de la crianza de los hijos y ahora hay equiparidad de que son los dos los que pueden tener los roles de proveedores por lo que se comparten los roles en la crianza… se ha avanzado, conquistado espacios de respeto a la dignidad de la mujer”.

Negativo: “…los hijos son criados por nanas, lo que los puede dejar individualistas en el futuro ya que no tienen el afecto de la mamá…antes quien le pegaba a los cabros chicos era el hombre, ahora es al revés, el hombre llega a la casa y escucha ¡papi, mamá me pego!”

En relación con la evolución de roles que han experimentado tanto hombres como mujeres, en el mundo cada vez más exitista y competitivo, los varones manifiestan en torno a la relación de pareja que las decisiones y/o acuerdos “deben efectuarlos ambos” para que prime la armonía en la pareja y de esta manera no herir susceptibilidades. El hombre ha asumido la mayor participación de la mujer en general como positivo, inclinándose por una relación igualitaria, donde ninguno tenga más derechos sobre el otro.

Antes no se concebía que la violencia en la pareja la ejerciera la mujer, como tampoco ahora. La violencia en la pareja afecta mayoritariamente a las mujeres, mas cada día aumentan los casos de violencia hacia el varón que no denuncian y/o que denuncian, estos últimos presumiblemente porque han derribado la pared de la ideología patriarcal o bien su vivencia se sitúa en el ámbito crónico, situación que llama la atención de los investigadores para intentar descubrir que hay detrás de todo eso.

Los estudios con relación a la violencia doméstica en el hombre son enfocados de manera unidireccional y tienden a describir la problemática de violencia intrafamiliar excluyendo al varón como potencial víctima. Sin duda, estudiar la violencia en la pareja implica “salir de la mentalidad feminista y tener una perspectiva de equidad en el maltrato y la violencia en ambos sexos”. El artículo lo que pretende es apoyar al varón que este siendo agredido a que comprenda y contemple el análisis del Estado que legisla en razón de proteger la integridad de la familia, teniendo como producto la Ley 19.325, instituciones y organismos para su ayuda personal.

Cabe señalar que se hace imperativo crear una procuraduría para el varón que está siendo maltratado.

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