Por: Dra. Stephanie Albarrán Vélez, DC
Quiropráctica de familia
Especialista en cuidado prenatal y pediátrico
Doula de parto y posparto
La maternidad es una de las etapas más importantes en la vida de una mujer, ya que el cuerpo experimenta grandes cambios para dar vida a un bebé que será cuidado y amado.
Durante el embarazo, la columna vertebral tiene un impacto significativo, pues se adapta constantemente para sostener el crecimiento y desarrollo del bebé semana tras semana. Sin embargo, este proceso de adaptación puede verse afectado por diversas condiciones, entre ellas:
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Problemas de postura y balance
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Dolor de espalda baja
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Problemas con el nervio ciático
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Dolor de cuello y hombros
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Adormecimiento en las extremidades
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Falta de energía
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Problemas para dormir y descansar
Todos estos síntomas irritan el sistema neurológico. En otras palabras, una columna vertebral desalineada interfiere en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, dificultando la capacidad de adaptación ante los grandes cambios de la maternidad. Además, puede generar desbalances en la pelvis (donde crece el bebé), creando tensión en músculos y ligamentos que sostienen el útero. Esto puede limitar el espacio para el desarrollo prenatal del bebé y, en consecuencia, afectar el inicio y progreso del parto, aumentando la probabilidad de intervenciones como inducciones, cesáreas innecesarias o el uso de fórceps y vacuum. Muchas de estas prácticas podrían evitarse con el cuidado quiropráctico prenatal.
La técnica Webster es un método quiropráctico especializado en mujeres embarazadas. Su objetivo es mantener la columna alineada y flexible, promoviendo mayor movilidad en la pelvis y facilitando que el bebé tenga el espacio adecuado durante la gestación. Es una técnica segura, efectiva y gentil que contribuye a un embarazo y parto más naturales y saludables.
El cuidado quiropráctico prenatal puede iniciarse tan pronto la mujer se entere de su embarazo, permitiendo que el quiropráctico acompañe cada etapa de la gestación. Entre los beneficios más comunes que reportan las embarazadas bajo este cuidado se encuentran:
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Mejor descanso y calidad de sueño
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Mayor energía
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Reducción de náuseas y vómitos
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Poco o ningún dolor de espalda baja, cuello y hombros
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Partos más cortos
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Mejor manejo del dolor durante el parto
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Menor probabilidad de intervenciones médicas
Las mujeres que reciben cuidado quiropráctico prenatal suelen sentirse más preparadas y seguras para enfrentar los retos de la maternidad. Cada vez más madres y profesionales de la salud reconocen los beneficios de este enfoque en la salud y bienestar de la madre y el bebé.
No es necesario vivir con dolor durante el embarazo. Consulta con un quiropráctico especializado en cuidado prenatal que te acompañe de acuerdo con tus necesidades, para que puedas enfocarte en tu preparación y en disfrutar plenamente de la llegada de tu bebé.