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¿Qué es la Cistectomía radical?

Por: Angélica Claudio Merced

Especial para Reporte Médico

Es una cirugía que se utiliza mayormente para personas que sufren de un cáncer invasivo en la vejiga, pero también es una opción para pacientes con grado terminal de cistitis intersticial (enfermedad que se caracteriza por dolor crónico pélvico y molestias urinarias).

Nos referimos a la cistectomía radical, una operación mayor que consiste en remover o extirpar la vejiga y la uretra, creando una neovejiga (nueva vejiga) con el intestino.

Dos urólogos, uno con especialidad en oncología y otro en oncología general, son los encargados de realizar la cirugía por vía abdominal y que conlleva dos fases. Según datos de la Sociedad Americana del Cáncer primero se extirpa la vejiga para controlar los dolores en pacientes de cistitis intersticial o curar el cáncer para personas con tumores invasivos en la vejiga. Y luego se reconstruye el tránsito de la orina, que puede ser de dos maneras: se produce una nueva vejiga con un fragmento de intestino o por medio de un conducto ileal se extrae una pequeña parte del intestino y la orina fluye desde los riñones a través de lo uréteres hacia el conducto. Generalmente la operación conlleva una hospitalización de 10 días, posibilidad de transfusiones de sangre y vigilancia del funcionamiento de los riñones para que pueda absorber la orina, ver cómo responden los componentes de la sangre y si no hay ningún dolor pélvico.

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María de los Ángeles Hernández Santiago

En los casos severos de cistitis intersticial esta intervención quirúrgica se convierte en la única opción que tienen los pacientes para dejar de sufrir los episodios intensos de dolor abdominal y ardor, entre otras dificultades para orinar, una vez el médico ha intentado todos los tratamientos posibles y estos no han dado el resultado esperado. A esta alternativa tan radical fue a la que María de los Ángeles Hernández Santiago, a quien conocimos en el reportaje Cistitis intersticial”: mucho más que una infección, tuvo que someterse para controlar la enfermedad. “Mi condición estaba tan avanzada, mi calidad de vida era tan pobre y ya lo había intentado todo (desde medicamentos por boca y dentro de la vejiga, cambios en la dieta, terapias de neuroestimulación para el dolor crónico hasta llenar la vejiga bajo anestesia). Por eso tuve que tomar la decisión”, relata.

Al realizar este procedimiento se altera la manera en que el paciente almacena y elimina la orina. El urólogo Freddy Méndez Torres, del Hospital Menonita en Cayey, explica que en pacientes como María se hace una nueva uretra en el ombligo y es a través del ombligo que se pasa un catéter para vaciar la vejiga cuando está llena. Posteriormente, a los pacientes con cistitis intersticial severo se les van disminuyendo los medicamentos para el dolor y otros tratamientos hasta que vuelven a ser completamente funcionales. “Como la vejiga es la que tiene los sensores para el dolor, logramos eliminar gran parte de ese dolor y se hace más manejable para la persona”, comenta durante una intervención radial en el programa Salud, Cultura y Algo Más (facebook) de la frecuencia 1240AM.

Para María, aunque difícil, esta opción ha sido de gran beneficio pues puede hacer cosas que antes no podía. “Ya no estoy con dolor todo el tiempo y no tengo que salir corriendo al hospital. Me siento mejor físicamente. Ahora puedo hacer más actividades con mis hijos y mi esposo. Lo único que queda de esa enfermedad es el recuerdo y nada más”, relata con la tranquilidad que se siente después de haberse quitado un gran peso de encima. Sin embargo, emocionalmente tuvo que enfrentarse al cambio que supone tener que desechar la orina de su cuerpo de una forma diferente al que todos estamos acostumbrados. “Al  principio fue bien difícil comenzar a usar el catéter. Fue bien agridulce. Por un lado estaba contenta, pues tenía un alivio, pero por el otro me sentía incómoda porque ya no tenía una vejiga normal. Con el tiempo me he adaptado. Para mí ya es algo rutinario. Nadie sabría que he tenido una cistectomía y que mi forma de orinar es diferente si yo no lo digo”, comenta la madre de dos hijos.

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Dr. Freddy Méndez Torres

Mientras tanto, en los pacientes con cáncer en la vejiga esta operación es necesaria para remover tumores de gran tamaño que se encuentren en más de una parte de la vejiga. “Pacientes que  tienen un tumor invasivo que afecta el músculo de la vejiga o que tienen tumores que están creciendo y no se pueden controlar son sometidos a esta cirugía”, puntualiza el doctor Méndez Torres a Reporte Médico. A un gran número de pacientes se le controla el cáncer con la cistectomía radical. Al reconstruir la vejiga, (creando la neovegija) la mayoría de las personas sigue una vida completamente normal.

Según la Sociedad Americana del Cáncer si no es posible remover el  cáncer de vejiga mediante este procedimiento, se puede hacer una desviación sin tener que extirpar el órgano. En ese caso el objetivo de la intervención sería prevenir o aliviar el bloqueo del flujo de la orina.

Por último, si el tumor es benigno la cistectomía sería simple o parcial, pues solo se extirpa una porción de la vejiga.

Recuerde siempre consultar al médico antes de tomar la decisión de someterse a cualquier cirugía. Visite al urólogo de su predilección si cree estar sufriendo síntomas graves de la cistitis intersticial y que podrían llevarlo a un procedimiento de gran cambio en su rutina diaria como lo es la cistectomía radical.

Fuentes: Medline Plus, Sociedad Americana del Cáncer y Asociación Española de Urología.

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