Por: Dra. Montserrat Rodríguez

Médica y Nutricionista Transformadora
Queridos pacientes virtuales:
Hoy quiero contarles algo que no me enseñaron en la universidad.
A lo largo de mis años como médico internista y especialista en nutrición funcional, he escuchado cientos de historias de mujeres fuertes, valientes… pero que llegaron a mi consulta tarde. Demasiado tarde. Algunas venían buscando respuestas para su fatiga constante, su piel apagada, sus cambios de humor. Otras, ya con un diagnóstico de cáncer de mama en la mano, buscaban un camino diferente al miedo y la resignación.
Y muchas veces, en silencio, me preguntaba: ¿qué hubiera pasado si esta mujer hubiera tenido acceso a la información correcta… antes?
Octubre: un mes para despertar, no para temer
Octubre es más que un lazo rosa. Es una invitación a hablar de frente sobre el cáncer de mama, sin miedo pero con responsabilidad. No para asustarnos, sino para activarnos.
El cáncer de mama no discrimina. No espera a que cumplas 50 ni avisa con pancartas. Las estadísticas son claras: cada vez más mujeres jóvenes están siendo diagnosticadas, y no siempre por factores genéticos. Hay un enemigo silencioso que crece cuando dormimos mal, comemos mal, vivimos estresadas o ignoramos las señales de nuestro cuerpo.
La ciencia ha avanzado, pero la prevención sigue siendo la reina
Hoy contamos con herramientas maravillosas: mamografías 3D, estudios genéticos, tratamientos más específicos y menos agresivos. Pero ¿sabes cuál sigue siendo la clave? Escuchar a tu cuerpo antes de que grite.
Tu cuerpo te habla con cada irregularidad hormonal, con cada noche de insomnio, con esa inflamación crónica, con los cambios en tu menstruación o con esa sensación de que “algo no está bien”.
Factores de riesgo que sí puedes modificar
Aquí no se trata de vivir con miedo, sino de vivir con consciencia. Algunos factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama y que puedes comenzar a trabajar desde ya son:
-
Desequilibrios hormonales, como resistencia a la insulina, hipotiroidismo o exceso de estrógenos.
-
Estrés mantenido en el tiempo y emociones no procesadas como rabia, tristeza o frustración.
-
Tóxicos invisibles en tu cocina, cosméticos o productos de limpieza.
-
Alimentación inflamatoria, pobre en fibra, antioxidantes y grasas buenas.
-
Sedentarismo y falta de exposición al sol.
-
Sueño no reparador, desvelos crónicos y sobreuso de pantallas.
El cambio empieza en ti, pero no tienes que hacerlo sola
Quizás estás leyendo esto pensando: “Sí, sé que debo cuidarme más, pero no sé por dónde empezar.” Y justo para eso estoy aquí.
Si sientes que necesitas una mirada más integral, más profunda, y una guía que conecte lo hormonal, lo emocional, lo digestivo y lo metabólico, te invito a agendar una consulta personalizada conmigo. Juntas podemos construir un plan que no solo te ayude a prevenir enfermedades, sino que te permita recuperar energía, confianza, equilibrio y bienestar.
No se trata solo de prevenir el cáncer… Se trata de vivir en sintonía con tu cuerpo. De sentirte plena, fuerte y libre.
Este mes rosa, regálate la decisión de cuidarte con intención. No desde el miedo, sino desde el amor propio más valiente: ese que dice “yo merezco estar bien”.
Con cariño,
Para más información, drmontserrat.com