Las enfermedades cardiovasculares — que actualmente son la primera causa de muerte en Puerto Rico y el mundo — siguen aumentando y cada año, 100,0001 personas son diagnosticadas con estenosis aórtica severa en Estados Unidos.
La estenosis es el estrechamiento de la válvula aórtica por distintas causas, lo cual limita su capacidad de abrirse y cerrarse correctamente y reduce el flujo sanguíneo al resto del cuerpo, por lo que afecta las actividades diarias de una persona. Los pacientes pueden presentar síntomas tales como: dolor en el pecho, sensación de desmayo o de mareo, o desmayos al realizar actividad, dificultad para respirar, fatiga, palpitaciones y sonido cardíaco anormal (soplo), entre otros. Eventualmente, la estenosis de la válvula aórtica puede causar insuficiencia cardíaca, entre otras complicaciones.
Esta condición afecta mayormente a adultos mayores y de manera severa a pacientes de 75 años o más. Tres de cada 4 pacientes, presentan síntomas graves que van desde dolor de pecho, angina, mareos, hasta falla cardiaca. Cuando aparecen las señales, se debe actuar rápido. De no hacerlo, la expectativa de vida de los pacientes se reduce de forma drástica a corto y mediano plazo.
“En Puerto Rico, ya existe un tratamiento mínimamente invasivo para tratar esta condición y ayudar a más pacientes a recuperarse rápidamente y tener una vida plena. Se trata del reemplazo de válvula aórtica transcatéter (TAVR, por sus siglas en inglés). A medida que TAVR se convierte en una opción de tratamiento preferida para más pacientes con estenosis aórtica grave, es de vital importancia contar con tecnología de válvulas disponible que se mantenga al día con la evolución del tratamiento”, explicó el Dr. Pedro J. Colón Hernández, cardiólogo intervencionista y director del Programa Estructural del Cardiovascular del Centro Médico Menonita de Cayey, primera institución en Puerto Rico que realiza esta cirugía con la nueva tecnología.
“El Cardiovascular del Centro Médico Menonita de Cayey realizó los primeros procedimientos en pacientes de riesgo bajo, usando la tecnología del transcatéter valvular aórtico. Esta nueva generación en la tecnología (TAVR) representa un avance significativo, ya que permite tratar a pacientes no solo de alto riesgo sino también de riesgo bajo con estenosis aórtica severa sintomática. La mayoría de los pacientes regresan a su hogar a los 2 a 3 días de la intervención”, añadió el Dr. Colón Hernández.
Para asegurar el éxito de la intervención, es recomendable que estos pacientes sean atendidos por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, integrado por su médico primario, cardiólogos, especialistas en radiología, cirujanos cardiacos y cardiólogos intervencionistas. Ellos determinarán, en cada caso, el tratamiento más idóneo para cada persona.
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1.lung B, Cachier A, Baron G, et al. Decision-making in elderly patients with severe aortic stenosis: why are so many denied surgery? Eur Heart J. 2003; 26: 2714-2720