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Diversidad funcional: nuevo concepto y modelo de la discapacidad

Lcda. María del C. Rodríguez Morales

Por: María del C. Rodríguez Morales, consejera en rehabilitación licenciada, certificada por la red de adiestradores de Ley ADA y terapista sexual practicante.

Al hablar sobre la población con impedimentos (diversidad funcional) se utilizan diferentes conceptos. En Puerto Rico se dice persona con impedimento y a nivel internacional persona con discapacidad, este último ratificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (OMS, 2001). Según Francisco Guzmán (2010) el concepto de discapacidad busca la corrección política mediante el recurso de realzar la condición de persona por encima de la falta o deterioro de la capacidad que le acompaña. A principios del año 2005 en el Foro de Vida Independiente de España se propuso el término de persona con diversidad funcional. Este concepto no resalta negatividad y establece que la diversidad es inherente al ser humano.

Los conceptos establecidos legalmente resaltan negatividad y limitaciones, pero se le añade el sustantivo “persona” al inicio, tratando de resaltar primeramente que es una persona con tal característica. Con respecto al concepto diversidad funcional sus proponentes establecen que con este se pretende eliminar la negatividad en la definición del colectivo y reforzar su esencia de diversidad (Palacios y Romañach, 2006).

Al realizar un recuento histórico, se pueden identificar y describir los principales modelos: primeramente el religioso, también nombrado prescindencia, preformista y negativista porque establece que la diversidad funcional es causada por fuerzas divinas (Amate y Vásquez, 2006). Las personas con este tipo de diferencias se consideran innecesarias porque se estima que no contribuyen a la comunidad, albergan mensajes diabólicos, son la consecuencia del enojo de los dioses o, por lo “desgraciadas” de sus vidas, no merece la pena ser vividas. Este modelo trajo consigo el término de anormal, también la segregación y la eutanasia, y que esta población fuera vista como sujetos de caridad (Palacios y Romañach, 2008). Otro de los modelos es el rehabilitador, también llamado médico o biomédico. Es el más conocido por el público en general. Tiene como base el método científico, lo cual le provee fuerza a su explicación, algo que no sucede con otros modelos. Define la diversidad funcional en el lenguaje de la medicina y ofrece la credibilidad científica necesaria para entender que la experiencia es totalmente individual y que la persona con diversidad funcional ya no es considerada inútil o innecesaria, siempre que sea rehabilitada (Smart y Smart, 2006). El modelo médico o biomédico se puede asociar con conceptos tales como: incapacitado, impedido, discapacitado y deficiente, poniendo de relieve el “problema” individual. Posteriormente, en el Siglo XX, durante las décadas de los 60 y 70, surge el modelo social también nombrado ambiental. Se encuentra íntimamente relacionado con la inspiración de valores intrínsecos a los derechos humanos y considera que las causas de la diversidad funcional son sociales (Palacios y Romañach, 2008). Igualmente, reconoce que las personas con diversidad funcional tienen mucho que aportar a la sociedad (Palacios, 2008). Junto a este modelo surge el de vida independiente, el cual podría ser considerado el antecedente inmediato del nacimiento del modelo social, que luego evolucionaría tomando su propio rumbo (Palacios y Romañach, 2006). Este modelo tiene como filosofía la autodeterminación, el autocontrol, la autonomía personal, la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la independencia para que se logre calidad de vida (Palacios, 2008). Ambos modelos surgieron a raíz de las iniciativas de la población con diversidad funcional. A estos modelos se podría adjudicar principalmente el concepto de persona con discapacidad para referirse a este colectivo.

diversidadfuncional2-reportemedicoEl más reciente de los modelos y la razón de este artículo es el modelo de la diversidad, promovido desde España a partir del 2006 por un grupo de personas con diversidad funcional. Este modelo está basado en las ideas ya establecidas por el modelo social, sustituye el eje teórico de la capacidad por el eje teórico de la dignidad, parte de la realidad irrefutable de la diversidad del ser humano (Palacios y Romañach, 2008). Sumado a esta propuesta de modelo, se propuso el concepto antes mencionado: diversidad funcional. Sus proponentes Agustina Palacios y Javier Romañach (2008) expresan que es imprescindible la eliminación de los conceptos capacidad o valía del lenguaje, y proponer un nuevo término en el que una persona pueda encontrar una identidad que no sea percibida como negativa. El modelo propone una nueva estructura de pensamiento que intervengan con los siguientes prejuicios y estigmas: la confusión entre enfermedad y diversidad funcional y entre la autonomía moral y la autonomía funcional de las personas con diversidad funcional: la imposibilidad de un tratamiento transversal en las políticas de la diversidad funcional y el mito del sufrimiento en la diversidad funcional (Palacios y Romañach, 2006).

El modelo de la diversidad surge debido al discrimen que en carne propia han vivido las personas con alguna diversidad funcional. Este reconoce que las políticas sociales basadas en los modelos anteriores siguen sin dar respuestas efectivas que contribuyan a la erradicación definitiva de la discriminación de este grupo de personas (Palacios y Romañach, 2008).

Se debe evitar ver la diversidad funcional como algo negativo o despectivo y erradicar la desventaja social que mina el valor de la vida de las mujeres y hombres que son diferentes. Se requiere fomentar y practicar el respetar a los demás y sus diferencias. Reconozcamos la dignidad, brindando el mismo valor, derechos y oportunidades para las vidas de todos los seres humanos (Romañach, 2008). De esta forma, la diversidad funcional no deberá constituir una desventaja social, las vidas de todos serán consideradas con el mismo valor y bienvenidas, independientemente de sus diferencias (Palacios y Romañach, 2006).

Referencias

Alaska Mental Health Consumer Web (2001). Models of Disability: Keys to perspectives. Recuperado de: http://www.akmhcweb.org/ncarticles/models_of_disability.htm.

Guzmán, F. (2010). Diversidad funcional. Análisis en torno a la propuesta de un cambio terminológico para la discapacidad. Claves Actuales del Pensamiento. Csic/Plaza y Valdés. Recuperado de: http://digital.csic.es/handle/10261/38305.

Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud (2001). Clasificación Internacional de Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud. Recuperado de: http://sid.usal.es/idocs/F8/8.4.1-3428/8.4.1-3428.pdf

Smart, J. F. & Smart, D. W. (2006). Models of Disability: Implications for the Counseling

Profession. Journal of Counseling and Development, 84, 29-40.

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