Dra. Cynthia Van Pratt
Ginecología y Obstetricia
Ginecología estética, regenerativa y funcional
Es muy frecuente encontrar a una mujer de 40 años embarazada. En los pasados años teníamos estos casos en mujeres con múltiples embarazos, pero en la actualidad lo vemos en señoras que están en busca de su primer hijo.
El deseo de una mujer de quedar embarazada a los 40 años o más se considera un fenómeno muy común en los países desarrollados y también va en aumento en los subdesarrollados. A partir de la década de los 70 la edad de la maternidad se ha prolongado debido a avances y evolución, lo cual podemos ver en el progreso en métodos de anticoncepción o planificación familiar, matrimonios después de los 30, el desarrollo de una carrera profesional como prioridad, deseo de estabilidad económica previa a traer un hijo al mundo, parejas en sus segundas o terceras nupcias, y finalmente la llegada de técnicas de reproducción asistida que, junto a la donación de óvulos, han permitido ampliar este rango de los límites en la edad para ser madres, cuyo promedio antes no superaba los 35 años.
Definitivamente en las mujeres de 40 años o más pueden ocurrir complicaciones. Tenemos dos grupos: las primigestas (primer embarazo) mayores que han retrasado la edad de su primer embarazo de manera voluntaria o involuntaria (por esterilidad), y las multigestas o grandes multíparas (varios embarazos). Las primigestas mayores solo están expuestas a las complicaciones obstétricas relacionadas con la edad; en las multigestas, además de presentar los riesgos inherentes de la edad, se suman los riesgos por la multiparidad, es decir, los relacionados a tener muchos hijos.
Afortunadamente los estudios científicos a partir de 1990 empezaron a ser más favorables, sobre todo para aquellas mujeres que presentan su primer embarazo, y que tienen un buen nivel socio-cultural. Luego de los años 2000 se han publicado grandes series de embarazos y partos de mujeres de 40 años o más con resultados alentadores sobre todo en niveles sociales más altos gracias a un mejor cuidado prenatal.
La determinación de la gestante mayor varía en cada país. En nuestro país, las mujeres de 35 años o más se consideran “añosas” o gestante mayor, aunque en los países desarrollados se les llama así a las que están sobre los 40 años. Recientemente se ha creado un nuevo término para definir los embarazos después de los 45 años que se desarrollan en la era de la donación de óvulos: edad materna muy avanzada.
Las enfermedades o riesgos asociados a estas mujeres primigestas son:
A- Aborto espontáneo o alteraciones cromosómicas: alto índice de abortos hasta en un 33.8% a partir de los 40, comparado con el 11.7 % entre los 30-34 años. También hay un aumento en la aparición de una anomalía cromosómica, principalmente Trisomía 21 (mejor conocida como Síndrome de Down) de un 2.21 % a los 40 años, y de 3% en las mayores de 45 años, comparado con un 1.6 % a los 38 años. Esto se traduciría en 10.4 niños nacidos con Down por cada 10,000 a los 40 años, 18.3 a los 42 años y 44.1 a los 45 años.
B- Enfermedades que complican el embarazo: hipertensión arterial, los miomas uterinos, la diabetes, problemas cardiacos y alteraciones de la función de tiroides son más frecuentes en mujeres de 40 años o más.
C- La diabetes gestacional y la enfermedad hipertensiva inducida por el embarazo en sus diversas modalidades también va en aumento en las mujeres con embarazo a los 40 o más. Además hay mayor riesgo de sangrados o hemorragias del tercer trimestre y alteraciones de la localización de la placenta, independientemente de si este es el primer embarazo o no.
Hablando específicamente del tipo de parto (puede ser vía vaginal o cesárea), está documentado que las anomalías en la presentación del feto son más frecuentes a partir de los 40 años, lo que explica el aumento del índice de cesáreas en mujeres de esta edad —de 82.3% de parto a un 95.6% de cesáreas—.También hay una mayor necesidad de utilizar oxitocina (para regular trabajo de parto), instrumentos de extracción tipo fórceps y el tiempo de dilatación promedia unas 12 horas.
El número de cesáreas también va en aumento a partir de los 35 años. Algunas de las causas son: que lo decide la paciente (electiva) o por causas de urgencia donde se presenta sufrimiento fetal. Esto es más frecuente en mujeres con esterilidad que quedan embarazadas después del tratamiento adecuado o por tardanza en la dilatación del cuello. En ocasiones el obstetra decide al más mínimo indicio de una complicación la interrupción del embarazo para no arriesgar a madre-hijo.
Las hemorragias después del nacimiento son más frecuentes en las mujeres de este grupo de edad e incluso tienden a tener más horas de hospitalización post parto o cesárea porque los riesgos de trombosis que se pueda complicar a embolia pulmonar son mayores.
Hablar de muerte materna es un tema duro y fuerte, sin embargo, existe desafortunadamente. Lo cierto es que sí se han disminuido los porcentajes de mortalidad gracias a la calidad actual de la vigilancia prenatal. Sin embargo, sí va en aumento en relación con la edad, con cifras que van de 3.8 por 100,000 mujeres entre los 25 a 29 años, comparado con el 33.3 por 100,000 mujeres a la edad de 40–44 años y finalmente hasta de 215 mujeres por cada 100,000 en las que tienen alrededor de 45 años. Las causas más frecuentes son las hemorragias maternas o accidentes vasculares, embolias de líquido amniótico, infecciones y problemas cardiacos.
En cuanto al bebé, la frecuencia de prematuridad también es mayor en las de más de 40 años. Hay un incremento en el número de niños con bajo peso al nacer, lo que puede ir en relación con el aumento en la frecuencia de diabetes e hipertensión. Se ha demostrado que la muerte intrauterina y la perinatal sí es mayor en los embarazos tardíos, de aproximadamente 30 por cada 1000 niños. Aun así el pronóstico de los hijos de madres de 40 o más es generalmente bueno.