Por: Dra. Montserrat Rodríguez

Médica y Nutricionista Transformadora
Querido paciente virtual, si alguna vez has sentido esa punzada que late detrás de los ojos, el zumbido constante en la cabeza o esa sensación de “niebla mental” que no te deja pensar con claridad, sabes lo incapacitante que puede ser una migraña.
Y quizá —como muchos de mis pacientes— has probado de todo: analgésicos, masajes, suplementos, dietas milagrosas… pero el alivio siempre parece temporal.
Lo que pocas personas saben es que la alimentación tiene un papel clave en el origen y la persistencia de las migrañas, especialmente los alimentos ricos en histamina.
Migraña y cefalea tensional: no son lo mismo
Comencemos por identificar el tipo de dolor que estás presentando. Muchas veces usamos las palabras “dolor de cabeza” como un término general, pero no todos los dolores son iguales.
La cefalea tensional se siente como una banda de presión alrededor de la cabeza y suele estar ligada al estrés, la postura o la tensión muscular.
La migraña, en cambio, es una tormenta neurológica. Hay inflamación, cambios en los vasos sanguíneos y alteraciones en neurotransmisores como la serotonina. Puede durar horas o días, y viene acompañada de náuseas, sensibilidad a la luz, al ruido e incluso al olfato.
El verdadero reto es entender qué la detona… y muchas veces, el culpable está en el plato.
La histamina: pequeña molécula, gran impacto
La histamina es una sustancia que todos producimos de forma natural. Participa en la digestión, la inmunidad y la regulación del sueño.
El problema no es la histamina en sí, sino cuando se acumula más de lo que nuestro cuerpo puede procesar.
Esto ocurre porque algunas personas tienen niveles bajos de una enzima llamada diamina oxidasa (DAO), encargada de degradar la histamina.
Cuando no hay suficiente DAO, la histamina circula libre, se acumula y puede activar los receptores del dolor en el cerebro, especialmente en personas propensas a las migrañas.
Principales alimentos ricos en histamina
Estos son los más frecuentes detonantes:
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Quesos curados (parmesano, gouda, azul)
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Embutidos, jamones, carnes ahumadas o procesadas
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Pescados enlatados o fermentados (atún, sardinas, anchoas)
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Vinos, cervezas y bebidas fermentadas
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Tomates, espinacas, berenjena y aguacate maduro
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Chocolate y cacao
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Frutos secos (especialmente nueces y cacahuates)
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Alimentos fermentados como chucrut, vinagre, salsa de soya o kombucha
Cada persona tiene un umbral distinto, pero cuando ese límite se sobrepasa, pueden aparecer síntomas como:
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Dolor de cabeza pulsátil
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Náuseas o mareos
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Palpitaciones
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Rubor facial o calor repentino
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Fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse
Alternativas seguras y deliciosas
La buena noticia es que no se trata de “vivir a dieta”, sino de aprender a sustituir inteligentemente.
| Alimento rico en histamina | Alternativa segura |
|---|---|
| Quesos curados | Queso fresco de cabra o ricotta sin madurar |
| Embutidos y carnes procesadas | Pollo, pavo o pescado fresco cocido en casa |
| Pescados enlatados o fermentados | Filete de pescado fresco (merluza, lenguado, salmón) |
| Vinos y cervezas | Agua mineral con limón o mocktails naturales |
| Tomates y berenjena | Calabacín, zanahoria o remolacha asada |
| Chocolate | Algarrobo o cacao puro en pequeñas cantidades |
| Frutos secos | Semillas de calabaza, girasol o chía |
| Alimentos fermentados | Vegetales frescos o encurtidos caseros con poco tiempo de fermentación |
Para más información, drmontserrat.com


