spot_imgspot_img

Alerta en Puerto Rico: Peligro de Resurgimiento de Enfermedades Prevenibles

Se podrían perder décadas de progreso en la protección de los niños y las comunidades contra enfermedades devastadoras, pero totalmente prevenibles como el sarampión o la poliomielitis, que pronto podrían estar de vuelta en Puerto Rico.

El riesgo de que el sarampión o la poliomielitis vuelvan a Puerto Rico es una posibilidad real si no se mantienen altos niveles de vacunación y se siguen las directrices de salud pública.

Ambas enfermedades son altamente contagiosas y pueden propagarse rápidamente en comunidades donde la cobertura de vacunación es insuficiente debido a la resistencia de los padres a vacunar y a la amenaza del Proyecto 1438, que pretende eliminar la Ley 25 de Inmunización. Esta ley, que ha estado en vigor durante 40 años, ha mantenido al país con enfermedades controladas gracias al calendario de vacunación requerido para los estudiantes en los planteles escolares y universitarios.

Los pediatras instan a la legislatura a prestar atención para evitar el caos que podría surgir si retrocedemos en el manejo de enfermedades que la evidencia científica y la historia han demostrado ser seguras y eficientes.

En el mes de la pediatría, la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría (SPP), en su 71va Convención, hizo un llamado junto a la Academia Americana de Pediatría (PRAAP), la Asociación de Pediatras del Este (AMPRE), la Asociación de Médicos Pediatras del Oeste (AMPRO), el Capítulo de Pediatras del Colegio Médico y la facultad de pediatría de varios recintos universitarios, así como especialistas en infectología pediátrica de Puerto Rico.

El sarampión, en particular, ha experimentado brotes en varias partes del mundo debido a la disminución de las tasas de vacunación, lo que ha resultado en un aumento en los casos de esta enfermedad. A pesar de que Puerto Rico ha mantenido una legislación que hace obligatoria la vacunación de niños y adolescentes, el riesgo persiste debido a la posibilidad de importación de casos desde otras regiones donde el sarampión está circulando y al interés de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, que ha acogido un proyecto para eliminar la exigencia de vacunación según corresponda a la edad de los estudiantes antes de comenzar cada semestre.

En cuanto al polio, aunque esta enfermedad ha sido erradicada en la mayoría de los países del mundo gracias a la vacunación, todavía persisten áreas donde es endémica. Existe el riesgo de que pueda reintroducirse en Puerto Rico a través de viajeros internacionales no vacunados o mediante la importación de virus desde áreas donde el polio aún circula.

Para prevenir el regreso de estas enfermedades, es crucial mantener altas tasas de vacunación en la población, seguir las recomendaciones de vacunación que la Ley 25 ha logrado con éxito en la salud pública, y debemos mantener medidas de control de enfermedades infecciosas en los puntos de entrada al país. Además, la vigilancia activa de casos y una respuesta rápida ante cualquier brote son fundamentales para proteger la salud pública en Puerto Rico.

“La vacunación compulsoria requerida en cada etapa de la vida por la Ley 25 es una medida crucial para proteger la salud pública y prevenir la propagación de enfermedades prevenibles por vacunación como el sarampión, la tosferina, la poliomielitis y otras. Sin ella, el riesgo de brotes de enfermedades y sus consecuencias asociadas aumentaría significativamente. Si la vacunación no fuera obligatoria para los niños, podría haber varias consecuencias negativas”, expresó el Dr. Gerardo J. Tosca, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría.

Las enfermedades infecciosas se propagan más fácilmente en comunidades con bajas tasas de vacunación. Esto puede poner en peligro a los niños que no pueden recibir vacunas debido a razones médicas, así como a personas con sistemas inmunológicos comprometidos que dependen de la inmunidad colectiva para protegerse. Los brotes de enfermedades prevenibles por vacunación pueden aumentar la carga sobre el sistema de atención médica, aumentando los costos asociados con el tratamiento de enfermedades y complicaciones evitables.

“La vacunación obligatoria ha sido fundamental para lograr la erradicación o el control efectivo de muchas enfermedades infecciosas en el pasado. Eliminar la obligatoriedad de la vacunación podría revertir los avances logrados en la salud pública y poner en peligro la salud y el bienestar de la población en general’’, reafirmó la pasada presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, Carmen Suárez.

Dr. Gerardo Tosca Pres SPP

Los pediatras advirtieron hoy sobre el alto riesgo que corre la población en la isla de contraer sarampión y tomar acción inmediata para atajar el alto contagio de influenza y COVID-19, especialmente en los niños, según evidencia los casos reportados en la isla y en Estados Unidos. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) alertó sobre la importancia de tener a los niños inmunizados contra el sarampión. “Queremos que todos los padres en Puerto Rico estén en mayor alerta. No podemos regresar al pasado y tener muertes por una enfermedad que ya se había erradicado”, afirmó la presidenta de la Academia Americana de Pediatría, la doctora Nilka De Jesús.

A casi 25 años de que Estados Unidos eliminara el sarampión, en 2024 se ha exacerbado esta peligrosa enfermedad que podría alcanzar la tasa más alta que el país haya registrado en las últimas tres décadas.

«Las campañas antivacunas, combinadas con las dificultades que enfrentan algunas comunidades en Estados Unidos para conseguir vacunas, han desatado brotes de enfermedades como el sarampión y la tosferina, las cuales son perfectamente prevenibles. En Puerto Rico, debemos asegurarnos de que nuestros niños estén protegidos y dejar de creer en lo que se publica en Internet sin evidencia científica”, aseguró la doctora Inés Esquilín, infectóloga pediátrica.

Es urgente que los padres tomen acción para asegurarse de que sus hijos estén en un ambiente escolar donde todos los niños estén vacunados, especialmente contra el sarampión, para estar preparados para enfrentar esta enfermedad y no regresar al pasado.

El sarampión es una enfermedad grave y altamente contagiosa. Puede causar complicaciones debilitantes o fatales, como la encefalitis, diarrea y deshidratación severas, neumonía, infecciones de oído y pérdida permanente de la visión. Los bebés y niños pequeños con desnutrición y sistemas inmunitarios débiles son particularmente vulnerables a las complicaciones y la muerte.

Aunque existe la vacuna MMR (por sus siglas en inglés) que previene el sarampión, las paperas y la rubéola, la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad no están vacunadas. El CDC recomienda que todos los infantes reciban la vacuna MMR entre los 12 y 15 meses de edad. Luego, deben recibir una segunda dosis entre los 4 y 6 años.

La vacunación infantil es esencial ya que los niños no vacunados presentan un mayor riesgo de manifestar la enfermedad y contagiar a otros. Así lo comprobó la organización científica y de investigación médica PLOS Medicine al presentar los hallazgos de un estudio que examina los 18 estados que permiten exenciones no médicas a los requisitos de vacunación escolar. Entre estos, dos terceras partes poseen un número creciente de niños de kínder que no han sido vacunados.

“Exhortamos a las comunidades a mantener a nuestros seres queridos vacunados para evitar el resurgimiento de enfermedades prevenibles. Un niño no vacunado representa un riesgo para su salud y la de quienes lo rodean, especialmente para aquellas personas que, por razones médicas, no pueden recibir la vacuna”, aseguró la doctora Mariely Agosto, presidenta entrante de la SPP.

La lucha por mantener altos porcentajes de vacunación significa que nuestros niños estarán protegidos de no padecer estas enfermedades. Cuando hablamos de nuestros niños, no podemos ver este asunto como algo exclusivo de Puerto Rico, sino como ciudadanos globales. Los puertorriqueños viajamos y volvemos a la isla, y existe un tráfico de personas de todas partes del mundo visitando Puerto Rico.

“Este proyecto de ley, contrario a la Ley 25, incluye únicamente a la población de edad escolar, es decir, a los menores de entre 5 y 18 años, dejando fuera a los niños preescolares. La Ley 25 sí incluye la vacunación de los niños que asisten a los centros de cuidado preescolares. Este proyecto deja sin la protección necesaria de requerimientos de vacunación a nuestros niños de 0 a 4 años, cuando la ciencia nos dice que las vacunas son absolutamente necesarias desde temprana edad. Es importante que en toda legislación sobre vacunación se entienda el calendario de vacunación requerido para nuestros niños desde su nacimiento, que pasa a ser parte integral del proceso de vacunación de nuestros niños en la etapa escolar”, aseguró el doctor Tosca.

¿Por qué un calendario de vacunación?

El calendario de vacunación es un documento donde se publica la razón de las vacunas compulsorias escogidas para el comienzo escolar. La vacunación no es un proceso ni atropellado, ni aleatorio, ni tampoco un experimento en los niños. Cada año, los mejores expertos en enfermedades infecciosas y los pediatras trabajan juntos para decidir qué recomendar para proteger mejor a los niños de Estados Unidos contra las enfermedades. El calendario se evalúa cada año con base en los datos científicos más recientes y disponibles. Si hay cambios, estos se anuncian en enero. El calendario de vacunación es aprobado por la American Academy of Pediatrics, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y la American Academy of Family Physicians.

El Departamento de Salud de Puerto Rico tiene la encomienda de atender, por ley, todos los asuntos relacionados con la salud pública y evalúa el calendario creado a base de datos científicos y, como parte de su labor, lo incorpora como parte de su responsabilidad en la prevención de enfermedades infecciosas en Puerto Rico.

La edad y el espaciamiento de las vacunas contenidas en el calendario se programan de acuerdo con dos factores: 1) la edad cuando el sistema inmunológico del cuerpo se encuentra mejor y 2) un equilibrio entre la necesidad de brindar protección a los bebés, niños y adolescentes a la edad más temprana posible y basados en la edad de mayor riesgo de la enfermedad. Hay algunas vacunas que requieren varias dosis porque los investigadores siempre están estudiando por cuánto tiempo dura la protección de las vacunas. Muchas de las vacunas necesitan de tres a cuatro dosis para brindar protección completa a un niño. Las dosis deben ser espaciadas entre sí para que funcionen mejor.

Para conocer sobre la Ley 25 que pretenden eliminar, y entender el calendario de vacunación y dudas sobre estas vacunas pueden visitar la página de sppp.org, saludpr.gov y cdc.gov.

reportemedicohttps://www.revistareportemedico.com
Su contenido impulsa una conducta orientada al cuidado de la salud y una mejor calidad de vida.

Ponerse en contacto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Escriba el código de la imagen *

Artículos relacionados

spot_imgspot_img

Featuring Recent Posts WordPress Widget development by YD