Una de cada tres personas sufre de obesidad en Puerto Rico. Así se desprende de datos emitidos por el CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades). Mientras, la Comisión de Alimentación y Nutrición en Puerto Rico estima que un aproximado de 34% de la población puertorriqueña sufre de obesidad y un 36% tiene sobrepeso. Hoy día existe una prevalencia de sobrepeso y obesidad de un 71% en la población de 18 años o más. Existen alternativas viables para batallar los márgenes de obesidad y ayudar con la pérdida de peso. Uno de los tratamientos innovadores que ofrece una mejor calidad de vida a las personas que la padecen, y que está disponible en Puerto Rico, es el sistema de balón intragástrico Orbera.
El sistema Orbera ofrece una solución segura para ayudar a bajar de peso que no requiere cirugía. El procedimiento se lleva a cabo al insertar un balón intragástrico vacío por vía oral a través del esófago, colocándolo directamente en el estómago durante un procedimiento rápido y no quirúrgico. El balón, que está hecho de una silicona lisa y blanda, se llena con solución de agua salina una vez ya ubicado en su lugar. Una vez lleno, ocupa un tercio del estómago, facilitando el lograr una saciedad temprana, con menos cantidad de comida. El mismo es idóneo para un perfil de pacientes que tiene un índice de masa corporal (IMC) de entre un 30 y 40.
“El balón intragástrico Orbera es una gran alternativa a ser evaluada por pacientes con obesidad que no hayan podido perder peso sin volver a recuperarlo. Es sumamente importante que el paciente esté dispuesto a seguir un régimen que dura doce meses, tiempo durante el cual deberá seguir un programa que incluye dieta y ejercicio. La colocación del balón acelera el proceso de pérdida de peso junto con un buen plan de ejercicio. El compromiso del paciente a seguir el proceso es vital para su funcionamiento y éxito”, indicó el Dr. Federico Gregory, gastroenterólogo, fundador de Innova Weight Loss Solutions, primer centro de procedimientos y servicios endobariátricos en Puerto Rico.
El programa dura un año, tiempo que incluye la colocación del balón, cambios de hábitos durante seis meses, la remoción del mismo luego de los primeros seis meses y programa de apoyo (coaching) por seis meses adicionales. “La disciplina y la alimentación son esenciales. Es importante seguir una dieta alta en proteína, baja en carbohidratos y contando calorías”, añadió el doctor Gregory, quien ha instalado aproximadamente 5,000 balones intragástricos.
Los efectos secundarios del sistema Orbera son mínimos. Se asocian principalmente a la dieta y falta de ejercicio mínimo. El sedentarismo afecta y el no seguir procesos puede ocasionar la sensación de náuseas y vómitos. El sistema es uno seguro que cuenta con más de 20 años ofreciendo un perfil de seguridad a los pacientes que siguen todos los detalles del programa.
Un estudio realizado localmente con una muestra de 239 pacientes provenientes de dos clínicas gastrointestinales para intervenciones ambulatorias a los que se les llevó a cabo el procedimiento demostró que el uso de un balón intragástrico unicameral lleno de líquido indujo una cantidad significativa de pérdida de peso en casi tres cuartas partes de los pacientes seis meses después de colocarlo.
El sistema Orbera ya ha sido implantado en cerca de 300,000 pacientes a nivel global. En Puerto Rico sobre 1,500 pacientes se han beneficiado del mismo. Para más información sobre el sistema Orbera® puede visitar https://www.orbera.com/how-it-works.
